Toro de Creta: Cada labor asignada a Hércules por Euristeo era más difícil, ya en el séptimo trabajo decidió enviarlo a Creta a luchar con un animal de la mitología Griega que atemorizaba la población y este no era otro que el toro de Creta.
Toro de Creta
Previo a la llegada de Hércules, muchos años atrás vivía el rey de Creta Asterión, que tras su muerte sus tres hijos: Minos, Serpeón y Radamantis disputaron el trono.
Dicha pelea fue sentenciada por Minos, quien dijo a su beneficio que los dioses lo favorecían y era él, la persona correcta para ejercer el reinado. Como es de esperarse los hermanos no quedaron conformes con esa arbitraria decisión por lo que le pidieron que comprobara ese favorecimiento por parte de los dioses.
Minos, astuto acepto el reto pues estaba seguro que lo que pidiese a los dioses le sería concedido, es así que pidió que un Toro bravo saliese del mar. Lo que no sabían los hermanos es que existía un acuerdo previo de Minos con el dios Poseidón quien le daría el toro salir del agua a cambio del sacrificio del mismo posteriormente.
Y así ocurrió, emergió para el asombro de todos, un toro blanco como el mármol del mar, quedando conformes dejaron que Minos gobernara. El problema fue que a Minos le gusto tanto el toro que se lo quedo para él y sacrifico otro en su lugar.
El temible Toro de Creta
Minos olvido que no se puede engañar a un dios. Por lo que enfurecido Poseidón convirtió aquel Toro blanco en un terrible monstruo que devastaba y devoraba todo a su paso, volviéndolo indomable por su gran furia y mantenía aterrorizada la población de Creta.
Hércules lucha contra el Toro
Al llegar a Creta, Hércules se da cuenta de los estragos causados por el toro de Creta, pues a su alrededor solo se veían los árboles arrancados, casas destrozadas, sangre regada por las calles y sin ninguna persona a la vista.
Al dar unos pocos pasos por las calles, escucho el estruendo de unas pisadas y un rugido fuerte; era el toro que se acercaba para atacar.
Hércules lo vio fijamente a los ojos, y el Toro al sentir la mirada retadora de aquel hombre embistió con todas sus fuerzas; sin embargo Hércules se quedó inmóvil hasta el último momento que se acercó aquel toro y giro logrando esquivar el ataque. El toro al verse desafiado volvió a embestir y en esa oportunidad, Hércules logró saltar y montarse sobre el lomo de aquel animal.
Tras largas horas de frenética lucha, el toro brincaba, corcoveaba y se sacudía intentando deshacerse de aquel jinete que tenía agarrado con fuerza a un cuerno. Cualquier mortal común fuese caído, pero Hércules permanecía aferrado al lomo del toro hasta el punto del cansancio de aquella bestia, hasta que al fin, el toro cayó al suelo sin fuerza alguna.
Después de haber sido domado, Hércules cruzó el mar sobre el lomo del Toro para volver a Grecia, donde Euristeo sorprendido por la hazaña recibió al animal.
Luego de entregado el toro de Creta, Euristeo dedicó el logro a Hera quien lo dejo en libertad. Puesto que Hera odiaba a Hércules, llevo al toro primero a Esparta, luego a Arcadia, el Istmo y a la maratón Ática, donde posteriormente Teseo lo llevo a Atenas para sacrificarlo a nombre de Atenea.