▷ MITOS GRIEGOS » Narrativas y creencias de la Mitología

Los mitos griegos han fascinado a los estudiosos durante siglos, desde su aparición alrededor del siglo VIII a.C. hasta hoy en día. Estas narrativas ofrecen una mirada única sobre la cultura antigua, permitiendo a los lectores revivir la famosa mitología griega.

Gracias a la riqueza de sus historias y la gran cantidad de registros documentales que tenemos de esta cultura, los mitos griegos se han convertido en una parte importante de la cultura contemporánea, estando presentes en diversos medios, como literatura, música y cine.

Mitos Griegos más importantes

1. El nacimiento de Afrodita

El nacimiento de Afrodita
El nacimiento de Afrodita. Mitos Griegos. Foto del dominio público de Wikimedia Commons.

Según cuentan los mitos griegos, Afrodita nació tras la derrota de Urano, cuando Cronos cortó los genitales de su padre y éstos cayeron al agua.

La diosa del amor y la lujuria emergió con una apariencia increíblemente hermosa, y su belleza era tan poderosa que incluso los dioses estaban impresionados por ella. Nació de las olas en una concha de perla y fue inmediatamente reconocida como la diosa del amor.

Cuando los dioses la vieron, se enamoraron inmediatamente de ella y le dieron un lugar de honor entre ellos. Afrodita fue aceptada en el Olimpo y fue invitada a vivir allí con los demás dioses.

2. Crono y el nacimiento de los dioses olímpicos

Crono y el nacimiento de los dioses olímpicos
Mitos Griegos. Crono y el nacimiento de los dioses olímpicos. Foto por Numérisation Google. Wikimedia Commons.

El primer dios fue el titán Cronos, quien fue engendrado por el cielo y la tierra. Cronos era una figura poderosa, que gobernaba el universo con una vara de hierro.

Cronos estaba obsesionado con el poder y quería evitar que ningún dios le quitaran su trono. Para esto, decidió devorar a cada uno de sus hijos nacidos de su esposa Rea. Esta acción desesperó a Rea, quien decidió ocultar a su último hijo, Zeus. Fue criado por unos pastores de cabras, quienes lo ocultaron.

Cuando Zeus creció, devolvió el poder a los dioses. Se enfrentó a su padre y le derrotó con ayuda de sus hermanos y hermanas. Una vez derrotado, Cronos fue exiliado al Tártaro. Zeus se convirtió entonces en el nuevo rey de los dioses, fundando el Olimpo y los Dioses Olímpicos. Los Dioses Olímpicos eran los hijos de Zeus: Poseidón, Hades, Héstia, Deméter, Atenea, Apolo, Ares, Afrodita y Hermes.

Zeus, Poseidón y Hades fueron los líderes de la rebelión y por eso se dividieron los tres planos del mundo: el cielo, los mares y las tierras de los muertos en las profundidades. La Tierra sería el terreno neutral donde los dioses guiarían las acciones de los humanos.

3. Origen de las musas

Origen de las Musas
Origen de las Musas. Foto del dominio público de Wikimedia Commons.

Las Musas eran hijas de Zeus y Mnemosine, diosa de la memoria. Según la mitología griega, eran nueve deidades de la poesía, la música, la historia, la danza, la lírica, la epopeya, el drama y la ciencia.

Las Musas eran originalmente hijas de Urano y Gea, pero cuando Cronos desterró a su padre, Zeus se hizo cargo de ellas y las llevó con él a la cima del monte Olimpo. Allí fue donde su madre, Mnemosine, las acogió y les dio su nombre.

Cada una de las Musas tenía su propia área de especialización. Calíope era la de la épica, Clio la de la historia, Erato la de la lírica, Melpómene la de la tragedia, Terpsícore la de la danza, Euterpe la de la música, Polimnia la de la elocuencia, Urania la de la astronomía y Talía la de la comedia.

Se les atribuía una fuerza inspiradora y se consideraba que cualquier poeta, músico o artista que deseara obtener inspiración para sus obras debía honrarlas.

4. El origen y mito de Medusa

Mito de Medusa
Mito de Medusa. Foto por scan. Wikimedia Commons.

Medusa es una de las Gorgonas en los mitos griegos. Se dice que era una mujer con una cabellera formada por serpientes y su mirada podía petrificar a cualquiera que se atreviera a mirarla.

Según el mito, Medusa era una hermosa mujer de la antigua Grecia, y era una devota seguidora de Atenea, la diosa griega de la sabiduría y la guerra. Sin embargo, su devoción fue mal interpretada por los dioses, y fue castigada por Poseidón, el dios del mar.

La devota mujer fue atacada por el dios Poseidón mientras se encontraba en el templo de Atenea. El dios la violó y se dice que de este acto nació un hijo llamado Pegaso.

Atenea era una diosa virgen, y así tenían que mantenerse también sus seguidoras, por lo que la protectora de Atenas decidió castigarla también por perder su virtud. Así fue como le dio la apariencia que todos conocemos.

Medusa fue desterrada por los dioses, y se dice que vivió en una cueva en la isla de Serifo. Muchos años después, fue asesinada por Perseo, un guerrero griego que fue enviado por los dioses para matarla.

5. El mito de Prometeo

Mito de Prometeo
Mito de Prometeo. Mitos Griegos. Foto por SajoR. Wikimedia Commons.

Prometeo fue uno de los primeros titanes, hijo de Japeto y Clímene. Se distinguió por su carácter inteligente y astuto, y fue el responsable de muchas hazañas.

Una de las más famosas fue regalar el fuego a los humanos. Esto hizo enfurecer a Zeus, quien castigó a Prometeo encadenándolo a una roca. Allí el titán fue atormentado por el águila de Zeus durante toda la eternidad. Aunque para la humanidad fue un héroe, su desafío a los poderes superiores no podía ser pasado por alto.

6. La caja de Pandora

Caja de Pandora
Caja de Pandora. Foto por James Gillray. Wikimedia Commons.

Pandora fue creada por el dios Hefesto con la ayuda de otros dioses para castigar a los humanos por robarles el fuego. Moldeada a partir de la arcilla y luego animada por los otros dioses con dones como la belleza, la inteligencia y el engaño. Hecho esto, la enviaron a Epimeteo, hermano de Prometeo y conocido por su escasa inteligencia como un regalo para él, como primer hombre.

Aunque su hermano le había advertido lo contrario, Epimeteo aceptó el regalo y se casó con Pandora. La mujer traía consigo una caja (una vasija en el mito original) otorgada a ella por los dioses bajo la orden de nunca abrirla.

La curiosidad le ganó a Pandora y de la caja salieron el hambre, la enfermedad, la tristeza y la muerte. Sin embargo, una vez que Pandora abrió la caja, el último regalo de los dioses salió de la caja: la esperanza.

7. El mito de Eco y Narciso

Mito de Eco y Narciso
Mito de Eco y Narciso. Foto del dominio público de Wikimedia Commons.

Eco era una ninfa parlanchina que solía entretener a Hera con charlas entretenidas. Mientras la diosa estaba distraída, Zeus aprovechaba para escaparse con otras ninfas del bosque. Cuando Hera se dio cuenta de esto, castigó a Eco, quitándole la capacidad del habla y condenándola a sólo poder repetir las palabras de los demás.

Narciso, por otro lado, era un joven que había nacido con una belleza excepcional. Todas las mujeres y los hombres quedaban enamorados de él, pero éste los rechazaba. Un día los caminos de Eco y Narciso se cruzaron. La ninfa se enamoró perdidamente pero el joven la rechazó también.

Eco fue a encerrarse en una cueva a llorar su pena hasta que se consumió, quedando sólo su voz, que repetía las palabras de las personas que pasaban. Antes de morir, pidió a la diosa Némesis por justicia. Ésta hizo que el joven se enamorara de su propio reflejo en un estanque.

Narciso se quedó contemplando su reflejo hasta que, perdidamente enamorado, intentó besarlo. Cayó al agua, se ahogó y en el lugar creció la flor que conocemos como Narciso.

8. La manzana de la discordia

La manzana de la discordia
La manzana de la discordia. Foto por el Museo del Prado del dominio público de Wikimedia commons.

En este mito se cuenta que, durante la boda de Peleo y Tetis, la diosa Afrodita ofreció como regalo de boda una manzana de oro con la inscripción «Para la más bella». Hera, Atenea y Afrodita discutieron entre sí sobre quién era la más bella. Zeus decidió que Paris, un pastor troyano, sería el juez de la discusión.

Cada una de las diosas ofreció una recompensa para que la eligiera. Hera prometió riqueza y poder, Atenea sabiduría y habilidad militar, y Afrodita la amada más hermosa del mundo. Paris eligió a Afrodita, y como recompensa recibió a Helena, la esposa de Menelao, el rey de Esparta.

Esta decisión provocó la Guerra de Troya, un conflicto entre el ejército griego y los troyanos liderados por Príamo. La guerra duró diez años, y finalmente los griegos consiguieron vencer a los troyanos usando el famoso caballo de madera.

9. El rapto de Europa

El rapto de Europa
El rapto de Europa. Foto por Fernando López. Flickr.

En este mito, Zeus bajó de su reino celestial y tomó la forma de un toro blanco. Así viajó hasta las costas fenicias. Europa estaba en la orilla, recolectando flores, cuando vio al toro y se acercó para acariciarlo. Se encontró con que el animal era manso y amigable y se echó, invitándola a subirse en su lomo.

En ese momento el toro raptó a Europa y la llevó a través del mar hasta Creta, donde mostró su verdadera forma. Allí, Europa se enamoró de Zeus, y juntos tuvieron tres hijos: Minos, Rhadamantis y Sarpedón.

Cuando fue el momento de que el dios regresara a su reino, desposó a la joven con Asterión, rey de Creta, quien tomó a los hijos del dios y los crio como propios hasta su muerte.

10. Leda y el Cisne

Leda y el Cisne
Leda y el Cisne. Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay.

Leda era la esposa de Tindáreo, rey de Esparta, último de los reyes Atlántidas. Zeus se enamoró de ella y, para poder seducirla, se convirtió en un cisne y bajo esta forma ambos mantuvieron relaciones sexuales. Leda tuvo varios hijos, algunos de su esposo y otros del dios supremo.

De los hijos de Leda los más importantes fueron los héroes Castor y Pólux y quien más tarde sería conocida como Helena de Troya.

11. Apolo y Dafne

Apolo y Dafne
Apolo y Dafne. Foto por Ana Rey. Flickr.

Este mito narra cómo Apolo se enamoró de la hermosa Dafne, la hija del río Peneo. Dafne era tan encantadora que incluso los dioses deseaban poseerla.

Apolo se acercó a Dafne y le dijo: «¡Te amo, hermosa Dafne! ¡Ven conmigo! «. Sin embargo, Dafne estaba aterrorizada por los sentimientos de Apolo y corrió desesperadamente para escapar de él. Apolo la persiguió por los bosques, pero Dafne era más rápida y ágil que él.

En un último intento de escapar, la diosa le suplicó a su padre, el río Peneo, que la salvara. Él escuchó su plegaria y transformó a Dafne en un arbusto de laurel.

Apolo, al ver a Dafne convertida en esta planta, se sintió profundamente apenado y comenzó a abrazarlo. En el lugar donde ella una vez fue, ahora crecía un hermoso arbusto de laurel. Apolo se sintió tan ligado a Dafne que decidió usar el laurel como su símbolo.

12. Teseo y el Minotauro

Teseo y el Minotauro
Teseo y el Minotauro. Foto por Museo Poldi Pezzoli. Wikimedia Commons.

Pasífae era la esposa del rey Minos, de Creta, quien enfureció al dios Poseidón, tras prometerle sacrificar a su toro más hermoso para terminar rompiendo dicha promesa. Como castigo, el dios de los mares hizo que Pasífae desarrollara una atracción irresistible por el animal.

Tras mantener relaciones sexuales con el toro, engendró a un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza y cola taurinos. El mismo fue encerrado en un laberinto mágico y se le enviaban periódicamente sacrificios humanos para apaciguarlo.

Teseo, el príncipe de Atenas, se ofreció voluntariamente para matar al Minotauro. Con la ayuda de Ariadna, la hija de Minos, Teseo logró encontrar su camino dentro del Laberinto de Creta. Allí, mató al Minotauro con la ayuda de su espada, liberando así a Atenas de la amenaza del monstruo.

13. Atenea y el desafío de Aracne

Atenea y el desafío de Aracne
Atenea y el desafío de Aracne. Imagen del dominio público de Wikimedia Commons.

Atenea, además de ser la diosa de la sabiduría, poseía dominio sobre los oficios y la artesanía. Aracne, por su parte, era una mujer con una increíble habilidad para el tejido, al punto de que los hombres decían que superaba a la deidad.

Esto hizo que Atenea se enfureciera y desafiara a Aracne a una competencia de tejido. El desafío fue aceptado y las dos se sentaron para empezar el tejido. Al terminar, el diseño de Aracne fue tan hermoso que incluso Atenea quedó impresionada. Sin embargo, Atenea no se dio por vencida y su diseño resultó ser aún más hermoso.

Enfurecida con la derrota, Aracne se desesperó y les pidió a los dioses que la castigaran. Entonces, Atenea se enfureció aún más y transformó a Aracne en una araña para que su tejido fuera eterno.

14. La caída de Ícaro

La caída de Ícaro
Mitos griegos. La caída de Ícaro. Imagen del dominio público de Wikimedia Commons.

Dédalo era un famoso ingeniero conocido por crear cosas increíbles, una de ellas, el laberinto del minotauro. Fue enviado junto con su hijo Ícaro a una isla como castigo por haber ayudado a las personas enviadas al laberinto a escapar.

Dado que era imposible escapar de la isla, Dédalo construyó unas alas para él y su hijo, a quien advirtió que no volara muy cerca del sol o las alas se derretirían. Ícaro, fascinado con la capacidad de volar, desoyó la advertencia.

El joven Ícaro voló demasiado alto, sus alas se quemaron y cayó al mar para morir ahogado.

15. El mito de Sísifo

El mito de Sísifo
El mito de Sísifo. Imagen del dominio público (Museo del Prado). Wikimedia Commons.

Sísifo era un hombre muy astuto y fue uno de los más importantes reyes de Corinto, conocido por su astucia. Se decía que era capaz de engañar a los dioses, lo cual despertó la ira de Zeus.

Como castigo, Zeus ordenó que Sísifo fuera enviado al inframundo, donde tenía que realizar una tarea imposible: subir una enorme roca a la cima de una montaña. Cada vez que estaba cerca de alcanzar la cima, el peso de la roca le ganaba y volvía rodando a la base.

Este trabajo interminable era considerado un castigo eterno, pues Sísifo nunca conseguiría llegar a la cima y por tanto no podría usar su astucia para escapar de la pena.

16. Los doce trabajos de Hércules

Los doce trabajos de Hércules
Los doce trabajos de Hércules. Foto por José Luis Filpo Cabana. Wikimedia Commons.

Uno de los muchos mitos de Hércules, es el que narra los doce trabajos que Euristeo, rey de Micenas, encargó al héroe. Su sobrino, Yolao, lo acompañó y lo ayudó como auriga en la realización de estas tareas.

  1. Limpiar los establos de Augías: el primer trabajo fue limpiar los establos del rey Augías en un día. La suciedad se había estado acumulando por años y parecía una tarea imposible. Hércules aceptó el trabajo, y empezó por abrir la puerta de los establos para que el aire fresco entrase. Luego, comenzó a limpiar cada uno de los establos con una escoba y una pala. Finalmente, desvió el río Alfeo para que el agua fluyera dentro de los establos y limpiara toda la basura.
  2. Matar al león de Nemea: El león era una criatura mítica con piel impenetrable y que había estado causando estragos en la región de Nemea. Hércules llegó a la ciudad de Nemea y se enfrentó al león con su única arma, una fuerza sobrehumana. Usando sus manos desnudas, Hércules logró agarrar al león y asfixiarlo hasta la muerte.
  3. Cazar al jabalí de Erimanto: El jabalí de Erimanto era un animal enorme y peligroso con una piel tan dura que ninguna flecha podía atravesarla. Hércules tuvo que enfrentar al jabalí con sus propias manos. Se envolvió en la piel del león de Nemea y fue a enfrentar al jabalí con su gran fuerza. Después de una larga lucha, Hércules logró matar al jabalí usando su fuerza y su astucia.
  4. Matar a la Hidra de Lerna: la Hidra era una serpiente de nueve cabezas que vivía en los pantanos de Lerna y devoraba personas. Hércules se trabó en combate con la criatura y pronto descubrió que cada vez que cortaba una cabeza, nacían dos más. De manera que pidió la ayuda de Yolao. Cada vez que cortaba una cabeza, su sobrino cauterizaba la herida con una tea ardiente. La última cabeza era inmortal, así que tuvo que aplastarla con una piedra gigantesca para evitar que el monstruo volviera a levantarse.
  5. Capturar a la cierva de Cerinia: se trataba de un animal sagrado que tenía cuernos de oro y era tan rápida que nadie podía atraparla. Como animal sagrado, no debía hacerle daño, así que Hércules se propuso perseguirla. La siguió durante un año por toda Grecia hasta que consiguió encontrarla desprevenida. Usando una flecha roma logró hacerla tropezar sin dañarla y pudo finalmente capturarla.
  6. Ahuyentar a las aves de Estínfalo: los bosques que bordeaban el lago Estínfalo estaban plagados de unas aves similares a gansos. Se le encargó a Heracles la tarea de ahuyentarlas y, para ello, usó unas castañuelas de bronce que hacían un gran estruendo. Cuando las aves remontaban el vuelo, el héroe disparaba flechas hacia ellas hasta acabar con todas.
  7. Capturar al toro de Creta: se trata ni más ni menos que del mismo toro que el rey Minos se negó a sacrificar, originando la maldición del Minotauro. Era un animal sagrado enviado por Poseidón y, tras la desafortunada decisión del rey de Creta, el animal vagó salvaje hasta que Heracles consiguió someterlo por medio de su astucia. Luego cruzó el mar a lomos del animal y lo presentó ante Euristeo sano y salvo, ya que era una criatura sagrada.
  8. Robar los caballos salvajes de Diomedes: Diomedes era hijo del dios Ares y un rey tracio. Poseía cuatro caballos salvajes (Podargo, Lampón, Janto y Deino) a los que alimentaba con humanos vivos. Heracles fue hasta el reino de Diomedes y luchó contra él. Cuando lo sometió, lo arrojó como alimento a los caballos. Las fueras se calmaron y entonces el héroe construyó un carro, tirado por las bestias robadas para llevarlas a Euristeo.
  9. El cinturón de Hipólita: esta vez, Hércules fue enviado al país de las amazonas para obtener el cinturón de Hipólita, la reina de las amazonas. El héroe viejo solo, se infiltró en el reino de las mujeres salvajes y capturó a Melanipe, la hermana de la reina. Se la llevó a su barco y pidió el cinturón como rescate. Así fue como completó el noveno trabajo.
  10. El ganado de Gerión: este es uno de los mitos griegos más importantes. Se trata del viaje encomendado a Hércules hacia el oeste, a través del océano, para robar el ganado que cuidaba Gerión, un monstruo descrito como tres hombres unidos por sus torsos. El héroe consiguió que Helios, el dios del sol le prestara su Copa de Oro, la embarcación que el rey sol usaba para surcar los océanos durante su travesía nocturna. Hércules podía usarlo durante el día, cuando el dios estaba en lo alto de los cielos.

Gracias a este favor divino, consiguió llegar a la isla de Eritía, donde residía el monstruo y su ganado, unas reses de pelaje purpúreo. Al llegar al lugar, el héroe se encontró con el boyero Euritón y su perro monstruoso Orto, que tenía dos cabezas. Hércules venció a ambos, pero cuando diría a las reses legendarias hacia su embarcación, Gerión le salió al paso. Mantuvieron una lucha encarnizada hasta que el monstruo finalmente pereció por medio de una flecha. Tanto el viaje de ida como de regreso está aventuras y desventuras donde se explica el origen de los pueblos griegos y hasta de la creación de Estrecho de Gibraltar.

  1. Capturar a Cerbero: se trata de la más difícil de las tareas encargadas al héroe. Con la ayuda de Hermes y Tenea, Hércules desciende por una cueva sin fondo hasta el Tártaro para buscar al gigantesco perro de tres cabezas que guarda el reino de los muertos. Allí tendrá que superar incontables obstáculos y luchar contra los habitantes del inframundo. Cuando llega hasta su objet, Hades le dice al héroe que puede llevarse al sabueso si consigue someterlo sin usar arma alguna. Cerbero tenía un tamaño descomunal, tres cabezas y una serpiente por cola. Sirviéndose de la piel del león de Nemea como protección y de su fuerza sobre humana, Hércules estrangula una de las cabezas de la bestia, mientras tiene que ignorar las mordidas de la serpiente. Finalmente consigue su cometido y vuelve con Euristeo, quien se lleva un gran susto al ver al guardián de Hades cara a cara. Cumplida la tarea, el héroe lleva al animal de vuelta a las puertas del Tártaro.
  2. Conseguir las manzanas de las Hespérides: la última tarea encargada a Hércules por Euristeo, fue la de buscar las míticas manzanas de las Hespérides, las cuales era de oro y nadie las había encontrado jamás. Se suponía que el árbol crecía en el jardín de los dioses y estaba guardado por las ninfas Hespérides y una serpiente o dragón que se enroscaba en el tronco. La travesía lo llevó a atravesar toda África hasta el confín septentrional del mundo y luego de vuelta al norte, buscando a alguien que supiera dónde encontrar estas manzanas. Finalmente acudió a Prometeo, quien cumplía la pena impuesta por Zeus en el Cáucaso. Hércules consiguió liberar al dios de su tormento y éste, como pago, le reveló que tendría que llegar hasta las montañas del Atlas. Finalmente llegó al sitio, venció a las Hespérides y mató al dragón. Entonces volvió con Euristeo para demostrar que había cumplido con la tarea y, ya confirmado, éste envió al héroe a dejar las manzanas bajo la custodia de Atenea, ya que eran demasiado sagradas para permanecer en el mundo de los hombres.

17. Ulises y las sirenas

Ulises y las sirenas
Ulises y las sirenas. Imagen del dominio público de Wikimedia Commons.

Ulises (Odiseo en el griego original), fue uno de los guerreros aqueos que partieron a la guerra contra Troya. La Odisea, atribuida al poeta ciego Homero, narra todas las vicisitudes que acontecieron a Ulises y el resto de la tripulación de su nave mientras volvían a casa tras la victoria. Una de estas aventuras fue su encontró con las sirenas, unas criaturas con apariencia de mujer, aladas y con plumas que cubrían sus cuerpos.

Se decía que su canto melodioso hechizaba a los marineros y hacían que se perdieran y estrellaran sus naves contra las piedras de la costa. Ulises, que ya estaba al tanto de este peligro, ordenó a la tripulación que taparan sus oídos con cera de vela. Además, pidió que él fuera atado al mástil, para poder escuchar el canto sin sufrir las consecuencias.

Así fue como Ulises y sus argonautas consiguieron atravesar la isla de las sirenas sin desviarse del camino.

Bibliografía

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10. Peláez, A. (2004). Mitología griega: Los dioses, los héroes y los mitos. Madrid: Aguilar.



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Autor: Matías Aguetti

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