La cultura olmeca es uno de los grandes misterios de la historia prehispánica. Los registros arqueológicos confirman que pueden haberse asentado desde el 1500 a.C. hasta alrededor del 400 a.C. en la costa del Golfo de México, entre los estados de Veracruz y Tabasco.
Su estilo artístico único y muchos de los elementos de la mitología olmeca se propagaron a través de una red de rutas comerciales, influyendo sobre todas las poblaciones vecinas.
Se considera que esta es la cultura madre de todas las civilizaciones prehispánicas, pero es tan escasa la información disponible y su cultura fue tan replicada, que es muy difícil establecer nada con exactitud.
Origen de la mitología Olmeca
De lo que se sabe de la religión olmeca, contenía todos los elementos que más tarde compartirían las culturas mesoamericanas hasta la llegada de los españoles. Era un sistema de creencias politeísta, cuya figura central era el nahual, el jaguar que aparecería en casi toda la iconografía prehispánica.
También aparecerían figuras como Quetzalcóatl, que se convertiría más tarde en uno de los principales dioses de la civilización azteca. Se cree que podrían haber creado un panteón propiamente dicho, con una religión institucionalizada ligada a las dinastías gobernantes. También impusieron el jade como elemento sagrado, que reaparecería con gran frecuencia en las civilizaciones posteriores.
Historia de los Olmecas
Lo que se conoce como cultura olmeca se limita, en realidad, a un estilo artístico encontrado en la costa del Golfo de México. No han sobrevivido registros orales ni escritos de primera mano sobre sus pobladores y costumbres.
La denominación “olmeca”, proviene de los primeros arqueólogos que se pusieron a la tarea de investigar esta cultura, y significa “pobladores de Hule”.
Se sabe que construyeron las primeras ciudades y monumentos de la región; sus expresiones artísticas mostraban un estilo homogéneo, con un gran cuidado de las proporciones y una maestría en el manejo de la piedra y la madera casi sin precedentes para culturas de este periodo.
Ubicación geográfica de los olmecas
La cultura olmeca se ubica en el periodo histórico conocido como Periodo Preclásico, que se desarrolló entre el 2000 a.C y el 100 a.C. Este periodo se puede dividir en tres etapas:
- Inferior: esta etapa abarca el auge de la civilización olmeca, entre 1200 a.C. y 900 a.C., cuando se construyeron los asentamientos ubicados en San Lorenzo, Tenochtitlán y Laguna de los Cerros, Veracruz.
- Medio: constituye el periodo que va del 900 a.C. hasta el 400 a.C., asociado a los asentamientos de La Venta, Tabasco. Aquí se encontraron grandes complejos arquitectónicos con una organización social compleja y algunas de las construcciones monumentales más importantes d este pueblo.
- Tardío o terminal: comprende los últimos años de la civilización, entre el 400 a.C. y el 200 a.C., donde se encontraron expresiones artísticas de gran valor cultural, pero se percibe una decadencia importante.
Características de los olmecas
Por lo que se sabe, fue la primera civilización mesoamericana en alcanzar un alto grado de sofisticación en aspectos culturales y políticos. Su capacidad para modificar el terreno y construir grandes estructuras demuestran un alto grado de organización social.
La religión olmeca fue la argamasa que mantuvo unida a esta sociedad, fundamentando la autoridad del regente en un origen divino y justificando el dominio de las clases privilegiadas sobre los ciudadanos comunes.
Crearon el juego de pelota que reaparecería con gran frecuencia en los pueblos que les sucedieron y dominaron el comercio de la región durante cerca de un milenio. La causa de su desaparición es todavía un enigma para el que no hay respuestas concretas.
Economía de los olmecas
Los asentamientos olmecas se ubicaban en bajíos costeros propensos a las inundaciones. Esto los llevó a dominar la modificación del terreno como parte de su arquitectura.
En sus asentamientos se encontraron rastros de una economía que combinaba la agricultura con la explotación de los recursos costeros. Esto les permitió crear complejas redes comerciales con sus vecinos, a quienes enseñaron a valorar las piedras color verde conocidas como jades o jadeítas. Estos minerales se convertirían en uno de los recursos más codiciados por todas las civilizaciones posteriores.
Principales dioses de la cultura olmeca
Los registros que se tienen de la cultura olmeca muestran una compleja iconografía que fue heredada por todas las civilizaciones mesoamericanas posteriores.
Los estudios sobre esta cultura todavía son muy recientes, y muchos datos están incompletos o todavía no se han publicado, pero hasta donde se sabe, tenían una cosmología muy compleja e interesante, te decimos cuáles eran los dioses olmecas:
Nahual, el dios jaguar
El jaguar se asociaba con la agresividad, la fuerza y el poder del hombre. Estaba ligado a la tierra y también el inframundo, lo que lo convertía en una deidad dualista. Se pueden ver representaciones de jaguares devorando personas en muchas esculturas olmecas.
El Dragón Olmeca
Se trata de una visión mitológica sobre el cocodrilo, una deidad que funge como un portal entre el plano celestial y el terrenal. El dios dragón se asociaba con la fertilidad, con la tierra y el agua y se lo puede ver emergiendo de las aguas primordiales de la creación.
La Serpiente Emplumada
Las primeras representaciones de la deidad nahua conocida como Quetzalcóatl aparecen en el arte y la cosmología olmeca. Se cree que era un dios relacionado con la agricultura. Combinaba los atributos de dos figuras centrales en la mitología olmeca: la serpiente, representación de lo terrenal, de la transmutación, una guía hacia el plano espiritual; y el águila arpía, el animal más poderoso del imaginario olmeca, relacionada con lo celestial, lo divino y el poder.
Homshuk, dios del maíz
Esta figura mítica tan ligada a todas las culturas del Golfo de México ha sobrevivido hasta nuestros días, convirtiéndose en un auténtico héroe mitológico. El nombre Homshuk proviene de los pueblos popolucas, ya que no tenemos registro de qué nombre le daban los olmecas. Representa la importancia del maíz para esta cultura y la relación que veían entre los ciclos de esta planta sagrada y las etapas de la vida del hombre.
Espíritu de la lluvia
Los espíritus o dios de la lluvia olmeca suelen estar asociados con “enanos” o chaneques que viven dentro de las montañas. Tradicionalmente las cuevas son consideradas portales al plano sobrenatural y se los puede ver también soplando para crear bruma o neblina.
Hombre de la cosecha
El hombre de la cosecha es una figura que representa la fertilidad de la tierra. Suele aparecer como un joven con una hendidura en la frente de la que brotan plantas de maíz. En culturas posteriores aparece con frecuencia como un personaje que se sacrifica para que puedan crecer los cultivos que alimentan al pueblo.
El dios bandido
Se llama dios bandido a una enigmática figura que aparece en muchas estructuras y elementos de alfarería de la cultura olmeca. Siempre se ve de perfil, con una banda que le cubre los ojos, de ahí la asociación con un “bandido”.
El dios del fuego
Conocido con diferentes nombres a lo largo de la historia de Mesoamérica, esta deidad olmeca mantiene siempre una serie de rasgos comunes: una figura anciana, con arrugas que surcan su piel, por lo general sentada con las piernas cruzadas y sosteniendo el fuego sobre su cabeza.
Monstruo tiburón
El mar fue siempre un elemento muy importante de la mitología olmeca, y así lo expresa esta deidad que asemeja a un pez monstruoso. Está relacionado con el agua, la muerte y el inframundo.
Organización política y social
La mitología olmeca no es simplemente un compendio de mitos y leyendas fantásticos, es una expresión del poder del soberano y una legitimación de los privilegios de la clase dominante.
Su admirable monumentalidad era un mensaje que todos los súbditos podían leer en todo momento, mostrando la naturaleza divina del mandatario. El universo para los olmecas estaba dividido en estamentos bien definidos, igual que su sociedad.
Sus representaciones nos muestran que existía una clase clerical, que acompañaba al poder político y eran el único nexo con el plano de las divinidades.
Religión de los olmecas
Como ya comentamos, los olmecas desarrollaron una religión politeísta, posiblemente organizada en forma de panteón.
En su cosmología, el universo se dividía en tres planos: el celestial arriba, el inframundo abajo, y el mundo terrenal en medio. Crearon también la noción de un universo dividido en cuatro direcciones, con un quinto punto central en medio. En este punto crecía un árbol primordial que conectaba los tres estamentos del universo.
El arte olmeca reflejaba con frecuencia el parentesco directo de sus gobernantes con los dioses. El trono del soberano se alzaba como una columna central que conectaba al pueblo llano con los dioses.
Ruinas y centros ceremoniales olmecas
A pesar de que los olmecas fueron de las civilizaciones más antiguas de Mesoamérica, su estudio es de los más recientes en la arqueología. Esto significa que tenemos pocos datos sobre su historia, más allá de lo que se pueda deducir a partir de los restos arqueológicos.
El legado de los olmecas se concentra en tres zonas:
San Lorenzo
Fue el centro de poder más antiguo de los olmecas, construido sobre una colina, que funcionó entre el 1200 a.C. y el 900 a.C. Fue el primer gran asentamiento de esta civilización. Fue en este lugar donde se recuperaron 10 de las cabezas colosales que se convertirían en el emblema de los olmecas, además de una gran cantidad de artefactos.
La Venta
Este fue el segundo asentamiento olmeca, que funcionó desde el 900 a.C. hasta el 400 a.C. A diferencia de San Lorenzo, La Venta fue un centro ceremonial. Sus edificios están hechos de piedra, los que permitió que durasen más en el tiempo y hay una gran cantidad de monumentos y minerales valiosos para los olmecas. De aquí sólo se consiguieron cuatro cabezas colosales.
3 Zapotes
Este fue el último asentamiento de esta cultura, poblado en su decadencia, entre 400 a.C. y 200 a.C. Se recuperaron tres cabezas colosales y una estela que parece representar el calendario astronómico más antiguo que se conoce.
Ritos en la mitología olmeca
Se sabe realmente poco acerca de las prácticas religiosas de los olmecas. Se asume que muchas de las construcciones encontradas eran templos, pero no se tiene una constancia de esto.
De lo que se puede ver en el arte olmeca, tenían muchos rituales relacionados con el agua, especialmente con los ríos. Se han encontrado sepulcros en los que se guardaban dos cuerpos juntos, enterrados a gran profundidad bajo toneladas de piedras consideradas de gran valor por esta cultura.
El juego de pelota fue de gran importancia según lo que se ve en los registros. Poseían también un calendario que seguramente regía los ritos de acuerdo a las temporadas de cosechas.
Sacrificios humanos en la mitología olmeca
Algo de lo que se tienen muchos registros es de los sacrificios humanos en los rituales olmecas. Hay una gran cantidad de esculturas y representaciones que muestran a un hombre con atributos nobiliarios extendiendo el cuerpo de un niño en actitud de ofrenda.
También se han encontrado huesos de infantes dentro de elementos de alfarería ritual, lo que sugeriría que se tenía por costumbre hacer sacrificios de niños.
Los investigadores coinciden en que se veneraba las personas con deformidades congénitas como seres con herencia divina, tal parece ser el caso de los niños-jaguar, de los que se puede ver que eran frecuentemente puestos como ofrendas.
Bibliografía
HOMSHUK, ANÁLISIS TEMÁTICO DEL RELATO, Alfredo López Austin
HISTORIA DE LA AMÉRICA PREHISPÁNICA, Universidad de Sevilla
HISTORIA DE LOS OLMECAS, TOLTECAS, AZTECAS Y MAYAS, Marcela A. la Torre García
DIOSES Y PODER, Felime Ramírez
LA RELIGIÓN OLMECA: UNA INTERPRETACIÓN PRELIMINAR, Richard A. Diehl
EL SURGIMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN MESOAMERICANA: LOS OLMECA, Roberto Lunagímez Reyes
LA ZONA DEL GOLFO EN EL PRECLÁSICO: LA ETAPA OLMECA, Manzanilla Linda y Leonardo López Luján