Para empezar según la mitología Griega a los Sátiros se les representaba de diversas formas, la más común es la de una criatura mitad hombre mitad carnero, poseían orejas puntiagudas, cuernos en la cabeza, mucho cabello, nariz chata, cola de cabra y un priapismo (erección continua y dolorosa del pene sin apetito sexual) permanente.
Sátiros
Los Sátiros fueron conocidos de dos maneras:como el dios del Apetito Sexual o dios del Pan, también se les conocen por sus características peculiares debido a que eran criaturas masculinas que vagaban por los montes y los bosques.
Además en la mitología griega, son relacionados por su desaforado apetito sexual, ya que poseen un carácter despreocupado, cruel y lascivo, así mismo se conoce que existen unos seres conocidos como faunos, quienes eran relacionados con el parentesco de los sátiros.
Sus características
Tuvieron una ocupación favorita la cual era perseguir a las ninfas en el paradisíaco ambiente que les rodeaba, algunos de ellos no obstante tenían una ambición de superioridad. En ciertas ocasiones se sintieron seguros de ser virtuosos debido a que una vez decidieron competir con Apolo pero éste estaba muy por encima de él y les venció sin mucha dificultad.
Por otra parte se les consideraban criaturas sensuales pocos confiables, incluso por ser impredecibles y caprichosos, otros de sus aspectos es que eran seres pequeños con rasgos de animales y mucho pelo. A veces tenían patas de caballo y pezuñas, de los cuales se le igualaba a los centauros; inclusive frecuentemente tenían cuernos y patas de cabras que los hacia similares al dios Pan, cuyo carácter era muy parecido.
Mala fama
A los sátiros también se les consideraban divinidades hostiles, según la mitología griega ellos asaltaban a los animales, mataban rebaños, atormentaban a las mujeres y asustaban a cualquiera que estuvieran en su punto de mira.
Así mismo por tener esa mala fama, la imagen de los sátiros durante la edad media y el renacimiento, asimiló la imagen del mal, el vicio o la lujuria, consecuentemente eran perseguidores de las Ninfas o Ménades, haciéndolas victimas de sus intenciones.