Neptuno, como parte de los dioses romanos que conforman la mitología y leyendas de esta civilización, fue el dios que gobernaba las aguas, es para los romanos lo que para los griegos Poseidón, por su parte Neptuno es reconocido por la civilización romana como uno de los tres dioses entre los que se dividió la soberanía del universo, tierra, cielo, aguas e inframundo.
Neptuno, dios de los mares
El dios de los mares con la capacidad de controlar la fuerza del océano y todas las criaturas que lo habiten, cabalga sobre el agua en su carruaje con caballos blancos, controlando a voluntad el agua con su tridente.
Se creía su poder causaba situaciones peligrosas, esto se debe a que la tranquilidad del mar es proporcional a sus emociones, por este motivo insultar a Neptuno traía terribles desastres naturales, porque Neptuno era inestable emocionalmente; esta característica hizo que las creencias referentes a Neptuno fuesen las más respetadas en la antigua Roma.
Origen y descendencia del dios de los mares
Neptuno hijo primogénito del dios Saturno y y la diosa Ops, hermano de Júpiter y Plutón, es parte de los tres dioses que lucharon contra Saturno para liberar al mundo de la tiranía de su padre. A diferencia de su hermano Júpiter; Neptuno no tuvo tantos amoríos, en su lugar tuvo una esposa llamada Salacia (Anfítrite).
Sin embargo, Neptuno mantuvo amores algunas de las criaturas que se encontraban en el océano, las Ninfas Marinas, la diosa de la agricultura e incluso Medusa, dejando así una gran descendencia, entre sus hijos se encuentran:
- Los Tritones, monstruos marinos que tuvo con su esposa Salacia la diosa del mar tranquilo.
- Siete hijos de Halia.
- Un cíclope de La ninfa Toosa.
- Arión, hijo de la diosa de la agricultura Ceres.
- Dos hijos, Pegaso y Criasor estos fueron engendrados por Medusa.