Dios bandido: Entre las culturas más destacadas en la historia prehispánica se encuentran los mesoamericanos, unos dioses que representaban dicha contribución, localizados en la civilización de Guatemala México, donde habitaba un dios bandido, destacado por sus obras artísticas donde recobraba vida entre sus aspectos espirituales y deidades supernaturales.
Dios bandido
Los dioses olmecas dentro de sus creencias religiosas organizaban varias figuras donde su semejanza eran mitad humanó y mitad animal, estos adoptaron un mando por representar un dios significativo para el pueblo en general y algunos de ellos eran adorados por sus fines curativos.
En la divinidad de muchos dioses olmecas con dichos lucros han considerado al dios bandido, quien recibe su nombre por una pequeña banda que estaba a un lado de su rostro y en uno de sus ojos, teniendo una cabeza plana y una boca con la unión de suturas en varias partes de su cuerpo hacia abajo.
Cultura olmeca
Los aportes culturales de los dioses olmecas se han considerado e identificado por sus monumentos y pirámides de aspectos misterioso, teniendo ceremonias en los yacimientos de San Lorenzo la venta y tres zapotes estos lugares dieron origen a la economía y al liderazgo religioso, lo que hoy día es una experiencia entre el pasado, presente y futuro para la humanidad.
Ahora bien, dentro de su cultura los dioses olmecas fueron muchos y muy variados.
Algunos de ellos solían ser adorados con propósitos curativos, otros se supone poseían poderes oscuros y algunos más se dice que eran malignos.
La religión fue una parte esencial de la cultura olmeca. Creían que cada individuo tenía un espíritu animal.
Fue por esto que muchos animales eran considerados dioses, tales como:
El caimán, los sapos, reptiles, en fin casi todos animales de la zona.
Lo cierto es que normalmente aparecen mezclados entre ellos, es decir, las cabezas de unos y los cuerpos de otros, creando así seres mitológicos.